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| Foto: L.A. Times, o sea, Los Andes |
Es igualito al de la película de Superman, aunque un poco más violeta. Un patovica se lo confundió con una gota de agua y ahora no tiene fuerzas ni para levantar su autoestima.
Por Might Vivider
LEJANO OESTE (QPJ).- "No es un pájaro: es un pajarón; no es avión: es un huevón que se estrelló volando; no es Supermán: es un patovica que bebió kriptonita y ahora lucha por levantar lo que más le pesa en su vida: su autoestima". Así concluyó el documento que declaró de Interés Provincial, Cultural y Mundial las gotas de kriptonita halladas por un grupo de turistas el sábado último en la Caverna de las Brujas, Malargüe.
La Secretaría de Turismo de la provincia de Mendoza aún no expidió lípidos sobre el tema, aunque fuentes de soda de Cancillería aseguran que habrían ordenado impedir el ingreso al país de los malvados Lex Luthor, el Guasón y otros guachus pulentas, salvo el Pingüino, que por tener nacionalidad argentina (en ambos casos) y ocupar el máximo puesto del poder público están excentos de esta orden.
La kriptonita un elemento radiactivo formado a partir de los fragmentos de la explosión del planeta Krypton, situado a diez millones de años luz de la imaginación de cada habitante de Ugarteche. Su radiación, dependiendo del color, provoca distintos efectos en los supervivientes de Krypton, entre ellos Superman o Zod, pero la más común es la verde que lo debilita y hasta puede matarlo. La radiación de la kryptonita, como cualquier radiación, se anula ante algo de plomo. Y en el Lejano Oeste hay muchos plomazos, por lo que no garantizan que su presunta comercialización resulte exitosa, a pesar de todo, o sea.
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