Tiene sus teléfonos tomados, indicaron desde la Casa Rosada. "No es contra Pettinato", intentó explicar el vocero presidencial.El famoso Gato de Verdaguer en estas horas está siendo investigado por el Servicio de Inteligencia del Estado. Según trascendió, la causa de esta arremetida oficial sería una bajada de línea de los Kirchner, con el objeto de "preservar la libertad de la única visión de la realidad" en Río Gallegos, provincia donde todos los medios de comunicación dependen del matrimonio presidencial, como informaron diversos medios de comunicación en los últimos días.
Al parecer, todo comenzó hace 15 días, cuando el Gato de Verdaguer visitó la provincia austral y tras una noche "embebida" de XHTML y vodka, se subió al escenario de un bar "pordiosero" -según indicó el músico Iván Noble, que de casualidad paseaba en ese crepúsculo lugar- y el felino conocido por contar chistes negros empezó a hablar de los verdaderos números del INDEC y otros asuntos de política.
Los sabuesos kirchneristas, ante esta situación, decidieron arrinconar la libertad de expresión del animal ya que para ellos -según trascendió- "la verdad del INDEC es un chiste negro", por lo que decidieron expulsarlo de Río Gallegos.
Pero la odisea no terminó en esa provincia: al arribar a la capital de Argentina, el Gato de Verdaguer sorprendió a todos cuando esta tarde dio a conocer que tenía su teléfono pinchado.
Aún no trascendió si todo ésto en realidad fue un chiste (chiste negro, obvio).
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