YANQUILANDIA (QPJ).- "Cuac, cuac, cuac, cuac, cuac, cuac y cuac", declaró Tío Rico, el pariente millonario del Pato Donald, de Walt Disney. Minutos después, cuando se le insertó a la fuerza un decodificador en su garganta, el panorama comenzó a esclarecerse:
"Yo soy el Madoff de los dibujitos animados. Me duele decir que el juez me hizo elegir entre la cadena perpetua o el horno para ser cocinado a la naranja. Para no desilusionar a los niños preferí descartar la segunda opción", afirmó humillado y cabizbajo, logrando evitar así las razones por la que pasará el resto de sus días en la cárcel.
Y la explicación tiene que ver con el origen de su ilimitada cantidad de billetes. Según pistas precisas de la FBI, todo indica que tío Rico fabricaba su propio dinero con una pastalinda de la cocina de su casa, que lo procesaba con papel tisú.
Aún no se desconoce la cantidad precisa de dinero falso que imprimió el tío Lucas, aunque todo el mundo estima que se trataría de toda su fortuna.
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