En los últimos comicios cumu que Cabeza de Pescado hizo una buena elección. |
La trucha devorada sostiene -con ninguna parte de su cuerpo porque sólo es cabeza- que sólo mirando al pasado volverá a ser pescado. "Me gustaría ser un fish multicolor de los años setenta", dijo.
Por Hans Clement
UGARTECHE (QPJ).- Nunca supo el hombre que, tras comerse una rica trucha rosada en el don Mario de Guaymallén, su hijo precoz -para abordar la puerta de ingreso de la edad del pavo- acababa de convertir la cabeza de esa trucha en un llavero. Y así fue. Demasiada sorpresa para una sola jornada, que terminó con el premio mayor cuando más tarde advirtió una voz que enunciaba los derechos y los deberes (¿qué deberes?) de ese ser inanimado, que se supone su anterior y sabroso cuerpo ya había cumplido todo el tour turístico en su barriga.
"El Gobierno quiere ganar las elecciones y buscará sacar votos de donde sea y como sea", afirmó a QPJ Anastasio Polenta Tersuave, director de la consultora Llame Ya Vote Ya. "Hoy se podría decir que todo es posible: si una trucha piensa votar por el oficialismo, entonces no descartemos que la oposición vaya en busca de los billones de caudal de votos que podrían aportar las hormigas rojas".
Cabeza de pescado es un personaje peculiar y su esperanza de vida está atada a que funcione bien la heladera de la casa donde vive, "porque eso del llavero es una mentira, se entiende". Y manifestó su último deseo antes de morir definitivamente: "¡qué pena! (habla así porque sigue todos los días a Pedro El Escamoso por Canal 9, inclusive desde cuando estaba en la pecera) si gana la presidenta y Miranda sale gobernador quisiera ser devorado por todo el comité peronista de Las Heras". Puro futuro, diría el actual intendente de Las Heras.
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