viernes, 20 de agosto de 2010

El papá de Podolsky vivió en Ugarteche

Podolsky y Pedoski, en la foto
Es conocido por todos que después de la Segunda Guerra Mundial ciertos alemanes nazis de conciencia sucia huyeron a América Latina.

Por Alejandro Trapo
UGARTECHE (QPJ).- Y Mendoza no fue una excepción, sino que dos: allí arribaron Rulf Podolsky y Nalph Pedoski, dos individuos que para pasarse de vivos decidieron participar en Videomatch, en la sección Deportes en el recuerdo. En realidad lo hicieron ellos mismos, con las modernas filmadoras Canon de la época, similares a las que usaron para filmar el Acorazado Potenkim. “El acorazado Potoski es nuestro caballito de batalla”, solían decir entre copas embebidas con alcohol de quemar.

La estrategia que usaron fue muy original y a la vez muy riesgosa: darse a conocer públicamente como humoristas para que nadie los cache como genocidas nazis. Los hermanos Podoski (así se mostraron en público por primera vez) llegaron con miedo a Plumerillo Airport en diciembre de 1945, luego de un training de huida iniciada en la Alemania comunista, Yugoslavia y Albania, donde abordaron un avión con destino Kantchaska y que terminó siendo el Lejano Oeste por decisión del piloto en pleno vuelo, debido a que perdió una jugada en el TEG mientras sobrevolaban el continente asiático (de hecho que cuando llegaron creyeron estar en plena Rusia, pese a que el clima decía todo lo contrario).

Un evento organizado por los hermanos Podolsky en Ugarteche,
hace una bocha de años
 El miedo se acrecentó aún más cuando Rulf y Nalph arribaron a un país del que jamás habían escuchado algo y que aún en estos días no figura en Google Earth. Como cayeron con las manos vacías (legüellos yugoslavos le habían saqueado todo en pleno ferrocarril) no tuvieron otra más que ir a buscar laburo: y allí fue cuando un muchachito que tomaba los datos de los postulantes con fernet y licor les preguntó a ambos por sus nombres y apellidos. “Podoski y Pedoski, respectivamente”, contestaron ambos en un español sin músculos pero a la vez muy forzado. “Ja, ja, ja, ja, ja”, contestó el joven, quien además agregó “con esos nombres ustedes deberían trabajar en televisión” (por esa razón decidieron anticiparse a Tinelli con Deportes en el recuerdo). Y digamos que allí se dieron cuenta de que el miedo no es un negocio (salvo que trabajen en un tren fantasma) sino que más bien lo era el humor. De este modo, si hacían reír a la gente, ¿quién se iba a imaginar que se trataba de dos criminales nazis?

Cualquier memorioso de Ugarteche aún recuerda algo de los hermanos Podolsky. “Que en realidad uno de ellos no se llamaba así, sino que Pedoski, ¿sabe?”, alerta muy escuchada de los 80 old years para arriba en cada repiqueteo verbal.  Pese a ello recién se convencieron de la idea de abandonar el miedo definitivamente cuando un policía detuvo una noche a Nalph por inaugurar cada esquina de Ugarteche DF con una botella de vidrio, como si fuera un velero. “¿Pedoski? Ja, ja, ja, ja, por favor, váyase de aquí que me estoy acalambrando de risa”, fueron las últimas palabras del risueño cana que lo liberó apenas lo capturó.

Las historias filmadas en blanco y negro por los hermanos Podoski se hicieron muy conocidas en los intervalos del cine pedemontonero. Eran exhibidos en Cinema Potatoes y Clavicordio Pictures Saloon. Mucho público iba al cine solamente a ver esos cinco minutos con los Podolsky que las cuatro horas del último estreno de Hollywood, reconocieron muchos vejestorios actuales, habitué de aquella época.

En 1960 desaparecieron de Ugarteche luego de haber creado las películas en amarillo y negro, y haberse propuesto filmar sin cortes toda la Gran Muralla China, hecha a gamba. En realidad no se sabe si el gobierno comunista de ese país los encarceló luego de conocer su origen criminal o bien, quedaron estampados en algún pasaje de la muralla luego de haber soportado eternas jornadas de calor sin agua. Un monje budista asegura que sus espíritus siguen recorriendo la única obra humana vista desde el espacio, ya que aún no terminaron con esa misión.

Podolsky y Pedosky, en una foto antes de huir
definitivamente de Ugarteche en 1960
 Stephen Olaf Podoski, hijo de Rulf y una bella rubia pelirroja gracias al agua oxigenada, decidió emigrar a Alemania 30 años después de la llegada de su padre a Peloponesia para dedicarse al fútbol: integró la selección de ese país, que llegó varias veces a las semifinales de los mundiales disputados en Europa y de este modo se hizo mundialmente más reconocido que su padre, quien junto a su amigo Pedoski finalmente nunca fueron criminales nazis, tras revisar detalladamente los registros judiciales en Roma, Berlín y Edimburgo. ¿Por qué se hicieron pasar por ex jerarcas de Hittler que en realidad nunca lo fueron? “Con tal de hacerse famosos se expusieron a la webada”, reconoció Stephen cuando fue entrevistado por el magazine Interviú. Y allí también confirmó que Podoski siempre fue Podoski pero que Pedoski nunca fue Nalph Pedoski, sino que Narciso Mantequilla Rubio Avilés, un uruguayo mochilero que conoció en Yugoslavia.

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